sábado, 4 de diciembre de 2010

THE COMMITMENTS: UNA VERDAD A MEDIAS


The Commitments es una de esas pocas películas modernas que vale la pena ver, ya que la inmensa mayoría del cine de los últimos 20 años es basura rigurosa. La historia va de un tipo que quiere montar una banda de música. Una de las escenas que más me gustaron es cuando hacen una entrevista de trabajo para contratar músicos y les llega un tipo un poco retardado:

ENTREVISTADOR: ¿Tú qué tocas?
ENTREVISTADO: Yo... todo lo que tengo a mano.

Con el umbral de compromiso en el Texas Holdem pasa algo parecido. Para los que aún no sepan qué es este concepto lo explicaré con mis palabras: para lo que me queda en el convento, me cago dentro. Es una idea de fuerte arraigo antropológico. Zapatero seguirá aplicando esa idea el año y medio que le queda, en todas sus facetas y sobre todo en la regularización de las apuestas on-line, donde en lugar de imitar el modelo inglés, sostenible a largo plazo, aplicará el modelo francés para pillar todo lo que pueda lo antes posible, aunque se cargue el sistema.

Se dice, by de book, que estamos comprometidos cuando hemos metido al menos 1/3 de nuestro stack en el bote, y tenemos una mano digna, de modo que nos es más rentable acabar all-in que retirarnos. Es decir, se tienen que dar simultáneamente 2 premisas (intersección de conjuntos).

El primer error es que la gente no recuerda la segunda condición de committed, y se quedan sólo con la fácil: 1/3 del stack.

El segundo error es no darse cuenta que esas dos premisas no son más que una trasposición cualitativa de una ecuación matemática: la EV. Es decir, estamos commited sí y sólo si la EV de nuestro movimiento es positiva. El corolario de esto es que pueden darse situaciones en las que nos quede 1bb en el stack y sea correcto foldear (aunque en realidad pagaremos por la información de saber su mano exacta).

Pero veamos una situación mucho más común y mucho más punitiva para nuestro cajero: los botes 3beteados. A menudo oímos: "Es un bote 3beteado, tengo TPTK, luego estoy commited". Esta es probablemente la frase más perdedora de dinero que he visto en mucho tiempo. De entrada, porque en un bote 3beteado, jugando 100bb, no hemos metido 1/3 del stack. El caso es que incluso habiendo metido 1/3 del stack ¿de verdad crees que vale la pena pagar su raise all-in a tu cbet? ¿no crees que deberías fijarte en que el tipo tiene la agg de una ameba y el WTSD de una frígida en Laponia?

Pero no es sólo olvidarse de los stats del villano, es también olvidarse que postflop los rangos se polarizan, lo cual hace que en realidad casi nunca estás commited en ese spot, pues lo normal será un 90/10 o un 80/20 la mayoría de las veces. Estar commited o no es estar commited, como vemos, es sólo una cuestión de EV.

Una situación parecida ocurre en el river. Nos quedan 30 cochinas bb, hemos puesto ya en el bote hasta el tuétano, y el villano, que tiene la agg de una ameba filiforme, y que se va a dormir la siesta del SD sólo un 21% de las veces, sigue empeñado en invitarte a que lo empujes todo. El bote es de 140bb, y entonces nos pasan por la cabeza frases como "Bueno, con que le pille un farol 1 de 4 veces, o cada 5 veces, o cada 6 veces... ya me es rentable pagar". Repasa tu base de datos, y mira esos spots: el villano lleva farol una vez de cada 100 yotta veces (septillones). En general, cualquier all-in en el river, de menos de 50bb, no tiene ningún fold equity contra jugadores buenos, ya que el bote tiene al menos 100bb, así que aplica la ecuación EV, con un 1% de faroles en el rango del villano, a ver qué te sale. Por supuesto todas estas cosas hay que matizarlas cuando alguno de los jugadores implicados es un fishardo del lago Titicaca.

En resumen, las condiciones para estar commited son 3:

1. El SPR (ratio del stack efectivo sobre el tamaño del bote)
2. Una mano digna de ese SPR.
3. Las stats del villano.


No se trata aquí de aportar nada nuevo, sino simplemente de recordar -el primero que lo olvida soy yo- que los stats del villano tienen demasiadas veces más peso que los otros parámetros.