lunes, 25 de mayo de 2009

DESMITIFICANDO AL BAD BEAT

¿El piloto y los pasajeros del avión de la foto sufrieron un Bad Beat? O dicho de otro modo ¿cabe tu cabeza cuadrada en una caja de Faraday?

Los blogs están llenos de desventuras asociadas al bad beat, pero todavía no he leído a nadie que haya entendido dicho concepto correctamente o, mejor dicho, humanamente.

La traducción literal del inglés sería algo así como “mal golpe”, es decir un golpe de mala suerte. Pero, ¿qué es mala suerte? He aquí el dilema, cuán subjetiva aquesta vetusta voz… A menudo alguien se queja de que fue all-in preflop con sus dos ases, el villano volcó dos reyes… y va y le sale el rey. ¿Podemos decir que ha sido un bad beat? El caso es que en dicha jugada la situación está 80% a 20% aprox., es decir, de cada 5 veces que la hagamos, perderemos una y ganaremos 4. Yo, personalmente, no creo que eso sea un golpe de mala suerte. Curiosamente, si en lugar de reyes lleva pareja de doses y liga el set en el river, todavía se queja más, cuando la probabilidad es la misma.

He aquí mi definición de Bad Beat:
un Bad Beat sería que te alcance un rayo en el desierto en tu primer día de vacaciones recién jubilado, que un motor de un avión caiga en el dormitorio de tu casa la única noche en que no padeciste sonambulismo, que un huracán pase por tu calle el mismo día que un ave rapaz hace hez sobre tu sien, que un tiburón te ampute apéndices impares mientras te bañas en el Ganges o que seas engullido por un remolino en el retrete sin haber hecho siquiera ademán de tirar de la cadena.

Ahora bien, ¿dónde está el porcentaje límite a partir del cual podemos decir que hemos “sufrido” un Bad Beat? –lo entrecomillo porque yo los Bad Beats no los sufro, los disfruto, le dan emoción al juego.

Veamos el caso 90% a 10%. Traducido a lenguaje cotidiano, a lo humano demasiado humano, de cada diez veces una perdemos y nueve ganamos. Veamos: yo de cada 50 veces que hablo por el móvil mientras conduzco, la policía me pilla una vez. Pago la multa y ya está, no digo “¡qué mala suerte!" Simplemente asumo mi oligofrenia y mi sino inescrutable.

Así que, traduciendo los Bad Beats del Texas Holdem a lo que en el mundo tangible llamamos “mala pata”, creo que en la sique colectiva subyace la idea de que hemos tenido mala suerte cuando ocurre algo una de cada 100 veces. Es decir, 99% a 1%. Por tanto, todas aquellas situaciones en las que el villano tenía más de 1% de ganar, no puedo considerarlo Bad Beat. Quien piense que esta cifra es excesiva, le remito al antónimo: al Good Beat. En la vida real, un Good Beat es que nos toque la lotería, y esa probabilidad es mucho menor que el 1% (la primitiva es una probabilidad de 1 entre 15 millones , aprox.). ¿Por qué somos tan excelsos en los porcentajes de Bad Beat y tan tacaños en los Good Beat? No es justo, debemos igualarlos. Hemos llegado a situaciones histriónicas en las que la gente considera que perder un 60%-40% ya es un Bad Beat. Lo próximo será el 51%-49%, esto es ridículo.

Un caso curioso de verdadero Bad Beat aparece en el blog de Eratóstenes (felicidades por tu nick), en un artículo del 5 de marzo de 2007. La probabilidad del suceso en cuestión es de un 0,000053% .Allí tenéis colgada la mano. Lo cito textualmente:

Imagínate que tienes AA preflop y no llevas la mejor mano, y además pierdes. Pues eso fue lo que le pasó a mi rival.Probabilidad de dos jugadores tengan AA en una mesa con ocho jugadores: 0.0201%Probabilidad de perder con otro AA: 2,17%De que en dicha mesa pringues tú: 12,25%Le pasó un bat beat que te sucede cada 1.871.578 manos.”

Es decir, una cosa es un Bad Beat en una mano, y otra historia es la concatenación de supuestos Bad Beats. Esto arroja resultados curiosos: por ejemplo, la jugada AA contra KK podemos perderla dos veces seguidas y todavía no podremos hablar de Bad Beat concatenado (pues esto ocurre 1 de cada 25 veces). Haría falta perderla 3 veces seguidas para poder hablar de un “Bad Beat por concatenación”, ya que eso sólo pasa 1 de cada 125 veces, que ya es menos del 1% (suponiendo que hemos convenido como Bad Beat todo lo que baje del 1%).

Lo más curioso –esto deberían leerlo los que más se quejan-, es que los Bad Beats son matemáticamente irrelevantes, anodinos: estériles. Todo el dinero que nos quita un Bad Beat, tarde o temprano nos lo devuelve un Good Beat. Las ecuaciones así lo vaticinan, y las gráficas del juego real lo corroboran. Por lo tanto: ES ESTÚPIDO, INÚTIL Y CONTRAPRODUCENTE PENSAR EN BAD BEATS!!!. Y ya lo peor que se puede hacer es tomar decisiones en función de los bad beats recibidos.



Y por último, están los “Bad Beats del Necio”, que se deben simplemente a que ignora la realidad de los porcentajes exactos de las manos. El necio piensa que en un all-in preflop, perder AKo contra un J5o es un Bad Beat, o contra un 22. Si analiza los porcentajes verá que la inmensa mayoría de las jugadas preflop tiene al menos un 40% de vencer a un AKo.

Otro día hablaremos de los “Downswings” y de ese pobre desgraciado al que la varianza le debe 70 cajas de NL200 en doscientasmilmanos.



Conclusión

-Ningún all-in preflop puede considerarse perdido por Bad Beat, salvo que impliquemos la concatenación de sucesos. Ni siquiera podemos llamarlo, como haría Samuel L. Jackson en Pulp Fiction, “un hecho inusual”, ya que lo inusual sería que no ocurriera. Así que de ahora en adelante, cada vez que uno sufra un “Bad Beat”, deberá decir: “tengo lo que me merezco”. En resumen, si un bad beat te enoja, es que no sirves para esto: dedícate a tejer cestas o al deporte. Las matemáticas son nuestra caja de Faraday.

viernes, 8 de mayo de 2009

El viaje de Doyle Brunson, Amarillo Slim y Sailor Roberts por Pac8

Os pongo aquí la siguiente historieta, por lo bien que enseña y ejemplifica ese gran concepto llamado “Apuesta”
La historia no es mía, la he copiado de una entrada que hizo “Pac8” en www.poquer-red.com . Para poder ponerla en nuestro blog he tenido que esperar dos meses hasta que caducasen los derechos de propiedad que poquer de red tenía sobre la misma. Agradezco a Simón (jefe de poquer de red) y a Pac8 (autor de la entrada original) el que me hayan permitido copiar/pegar en el blog del elche poquer club.



Alrededor de 1960 Amarillo, Doyle y 'Sailor' Roberts formaban equipo. Al poker pero principalmente aceptando apuestas deportivas de todo el pais. Amarillo Slim era un gran aficionado a la caza, y en esta ocasión Doyle y Sailor decidieron acompañarlo a cazar a México.
Antes de empezar hicieron un pacto de no apostar entre ellos durante el viaje... apostar entre amigos solo puede crear tension, y la idea era concentrarse en pasarlo bien.
(a partir de aquí relata Amarillo lo que paso)
Tras dejar atrás la ciudad de Juarez vimos una montaña a lo lejos. Doyle que estaba sentado atrás me pregunto:
¿Slim, cuanto crees que tardarías en subir esa montaña?




Mire por la ventana y dije
Bueno, podría llegar arriba antes de que anocheciera
Lo dudo, ya no eres tan joven como antes
comento Sailor y no se dijo mas...
Era solo conversación y no queríamos complicar las cosas. Al acercarnos más Sailor volvió a preguntar
¿Podrías llegar arriba antes de que anochezca?
Sin problema.
le conteste
Cuando llegamos a la falda, resultó que la montaña no era tan grande como pensábamos así que Doyle dijo
¡Demonios! yo podría llegar arriba en menos de 3 horas...
¿Qué podrías que...?
Pregunto Sailor.
Subirla en 3 horas... fácilmente...
Sailor de repente me empujó del volante y clavó los frenos... íbamos a más de 150 por hora. No sé como no volcamos.
!De acuerdo Doyle, saca tu gordo culo del coche¡
Vale, pero ¿Por cuánto?
Es una apuesta. Tienes 3 horas para llegar a la cima de la montaña.
Traté de impedir la apuesta, pero cuando dos jugadores piensan que pueden ganar una apuesta va a hacer falta más que mis 85 kilos para impedírselo.
Acordaron una apuesta de 2500$ y Doyle empezó a subir. Llevaba una chaqueta por si hacia frío y que agitaría a modo de bandera en la cumbre para que lo viéramos por los prismáticos.



Doyle por aquella época pesaría 120 kilos y a pesar de su lesión en la pierna era aun un gran atleta, pero yo no creia que pudiera hacerlo. Más bien creía que sin duda conseguiría que le diera un ataque al corazón, así que según empezaba a subir le dije a Sailor...
Puede que perdamos a nuestro colega por esto.
Pues yo espero que ese culo gordo se desmaye y pierda... debería de coger el rifle y dispararle para que se asuste si esta a punto de conseguirlo...
De vez en cuando le veíamos por la ladera, subiendo como una cabra en una misión... no debió de pasar ni hora y media cuando le vimos agitando la chaqueta en la cumbre...
Una vez abajo, según entraba en el coche dijo
!Demonios, lo podría haber hecho en 20 minutos por la cantidad adecuada...

Sailor estaba muy quemado, insultaba a Doyle de todas las formas posibles, así que Doyle le dijo
Bueno, ya sabes lo que dice Slim...
Que le jodan a Slim, tiene mas refranes que una puta enfermedad...
Bueno, no se trata de Slim pero tiene razón en que el que pagues tus deudas rápido hace que las amistades duren...

Así que Sailor, que era más testarudo que una mula contó 2500$ pero en vez de dárselos en mano, los tiro al suelo. Eso es uno de los peores insultos posibles para un jugador.
Como Doyle es otro cabezota se negó a coger el dinero, que se paso mucho tiempo en el suelo de mi coche. Cada vez que lo veía decía
Se acabo... os lo dije... no hay mas apuestas en este viaje
Cuando paramos a repostar le dije a Doyle que recogiera el dinero...
No lo voy a coger... ese hijodelagranperra puede pagarme o timarme, pero no lo cojo del suelo. Yo no se lo habría tirado al suelo...
Sabéis como sigue... Sailor le contesto que cogiera su puto dinero del suelo, así que al llegar a Chihuahua seguia alli , lo cogi yo y se lo di a Doyle.
Cogimos tres habitaciones en el Hilton y billetes para el tren de las 10 am... antes de irme a mi cuarto les repetí:
No mas apuestas
... a lo que Sailor me contesto
¡Y una mierda! voy 2500$ abajo con ese hijodeperra... yo no estoy de acuerdo.
A lo que Doyle con toda la mala leche contesto
Pues te aguantas... no vamos a apostar mas y te quedas sin tus 2500$ por primo...
Al final quedamos de acuerdo. no mas apuestas…
Al llegar a mi habitación me puse a hablar por teléfono. Cuando llegaron los dos a mi habitación para salir a cenar ni había empezado a arreglarme. Entre en el servicio, y cada cierto tiempo oía un extraño ruido metálico. Cuando salí del baño me encontré con mi gorra de caza encima de la cama, mientras los dos le tiraban monedas de peso...



Les dije
Bueno, vámonos a comer algo
Vete a comer tu, mariquita
me contesto Doyle
Vete a comer, hijoperra... voy perdiendo 8000$ con esto del sombrero. Yo no me muevo de aquí por nada del mundo.
Doyle se controlo un poco y dijo:
Naturalmente este hijoperra quiere perder. Ha recuperado lo de la montaña y va arriba 5500$.
No paraban de meterse el uno con el otro.
Nos quedaremos aqui y seguiremos tirando. Reventare tu culo gordo y te pondremos en un bus camino a casa y Slim y yo iremos a cazar un jaguar...
Pensé que habíamos decidido no apostar...
dije.
Olvidate de eso de no apostar. Voy 8.000$ abajo con este pedazo de mierda tira pesos...
Así que tiraron durante un rato mas... Cuando Doyle recupero la mayor parte de su dinero fuimos a cenar... durante la cena volvimos a llegar al acuerdo de no apostar una vez mas...
Al día siguiente cogimos el tren. Es un viaje en tren muy conocido en México. Va por la sierra madre hasta la baja California. Íbamos charlando cuando vi una pradera y por decir algo comente
Esta hierba es muy buena.
¿Que quieres decir?
pregunto Sailor
Mirala, debe de tener 6 pulgadas, y el agua del deshileo que la nutre es muy rica en nitratos.
¿Cuántas cabezas de ganado podrias meter en cada seccion(una seccion son 640 acres)?
Pregunto Doyle.



Creo que 40 cabezas.
aun no tenia un rancho, pero siempre he estado cerca de ganado y se de lo que hablo, sin embargo Sailor no parecia estar de acuerdo.
Tú no distingues una vaca de una cabra.
Bueno, te apuesto a que aquí entran por lo menos 40 cabezas.
Maldicion... tanto hablar y ahora era yo el que rompia la regla. En fin, si Sailor quería regalar su dinero no iba a ser yo quien se lo impidiera, además no había forma de razonar con estos dos.
Apostamos 2.000$ por cabeza, así que ahora nos hacia falta alguien que nos ayudara a decidir quien tenia razon. Fuimos al vagón contiguo y había unos ganaderos con sombreros tejanos desayunando whiskey.
Llegamos al acuerdo de que lo dijeran ellos seria aceptado. Doyle se les acerco, y como el caballero educado que es les explico la situación. Resulto que eran de Pecos y me conocían, asi que Doyle les pidió que estimaran el numero de cabezas de ganado sin saber nuestras predicciones para que fueran imparciales.
Seguro que más de 50.
Si fuera mia metería como mínimo 55.
Doyle volvio con la respuesta y Sailor me pago. Estaba muy caliente.
En ese momento empezamos a subir una pendiente y el tren se ralentizo mucho…
Sailor pregunto
¿a que velocidad iremos?
No fue deliberado pero le conteste
No lo se, pero seguro que puedo estimarlo mejor que tu.
¡No puedes hacerlo mejor que yo!
Dijo Doyle.




¡No vais a apostar entre vosotros!... los tres vamos a apostar
dijo Sailor
A estas alturas ya era ridículo negarse, así que los tres apostamos 1.000$. El que se acercara más sin pasarse ganaba. El problema era como saber quien tenia razón.
Decidimos aceptar la palabra del conductor. Todos escribimos nuestras predicciones, y Doyle fue a buscar al conductor que nos dijo
En esta parte del tren no tenemos velocimetro, sólo podria estimarlo como ustedes.
Le preguntamos si había alguna forma de estar seguros y nos dijo que en la maquina había un velocímetro, pero que tendría que pasar por encima del deposito de carbón para llegar allí. En esta época 100 pesos eran 8 $ pero era poco para convencerlo, así que le dimos 100 pesos cada uno y lo hizo encantado. Cuando volvió Doyle fue 2000$ mas rico. Sailor estaba mas caliente que una pistola
Cabezas de ganado, velocidad... sois los dos primos con mas suerte del mundo, a cualquier cosa que requiera habilidad os doy una paliza.
Como una hora y media más tarde los oídos me empezaron a pitar.
No se a vosotros, pero a mi me pitan los oidos, debemos de estar muy alto.
dije
Doyle estuvo de acuerdo conmigo, pero Sailor dijo
Alto mi culo. Ninguno de vosotros os drogáis, así que no sabéis nada de altura.
(“High” en ingles significa altura, pero también “colocado”, el equivalente de nuestro “ciego”)
Precisamente... yo tengo una mejor idea que tu de cuan alto estamos por no estar drogado. Tú fumas esa maldita mierda y todo eso y es el único tipo de “altura” que conoces.
Desafortunadamente Doyle tenia razón, Sailor era el único de nosotros que usaba drogas.
¡Venga vamos a apostar todos!
dije, pero enseguida me di cuenta de mi error y rectifique
No, ya esta bien, no necesitamos mas tensión.
Por algún milagro Doyle y Sailor estuvieron de acuerdo. Al llegar a San Blas, el tren aminoró. Doyle y Sailor estaban sentados enfrente de mí, mirando en dirección contraria a la dirección del tren, así que sólo yo pude leer el cartel en la terminal que tenia escrita la altitud a la que estábamos.
Muy casualmente dije
Al demonio con el acuerdo. Os digo que no tenéis ni idea de a que altura estamos.
Como Sailor estaba perdiendo dijo rapidamente
Yo puedo estimar mejor que vosotros cuan alto esta este hijodeperra.
Yo ya sabia la altura porque la acababa de leer, así que les dije .
Vamos a subir las apuestas, y ya que seguimos queriendo apostar, os quitare el dinero y así ya no apostaremos más hasta que volvamos a casa.
Apostamos 3000$ por cabeza pero de nuevo estaba el problema de cómo saber la altitud exacta.
Creerme cuando os diga que Doyle es muy inteligente. De repente dijo
Si pudiéramos convencerlos para que diéramos marcha atrás, no tendríamos que preguntarle a nadie. Seguro que en la terminal que acabamos de pasar hay un cartel con la altura.
Naturalmente yo estaba a favor. Esto me iba a proporcionar mucho dinero. Para esta alturas del viaje todo el tren sabia que estábamos apostando a cualquier cosa y nos lo estábamos pasando en grande, invitando a copas a todo el mundo y compartiendo historias... Así que cuando le preguntamos a nuestro amigo el conductor si podría parar el tren y dar marcha atrás, 300 pesos mas tarde ibamos marcha atrás y a nadie en el tren le importo lo mas mínimo.
Según nos acercabamos a la terminal nos sentamos los tres mirando hacia ella, cuando Doyle se dio cuenta de que yo ya había visto la señal cuando habíamos pasado la primera vez… ¡tenias que haber visto la cara que puso ese gordo hijoperra!.
Yo seguia mirando hacia delante mientras le veía por encima del hombro. Cuando llegamos a la seña Doyle dijo
¡Dios mio, Sailor, mira lo que ese flaco bastardo nos ha hecho!
¿Qué coño pasa?
Slim, ¡sucio hijodeperra!
Chico, si que me insultaron hasta que se quedaron a gusto por esa jugarreta, pero mientras me quedaba con su dinero.
Y eso que era un viaje en el que no íbamos a apostar entre nosotros.
Nunca cazamos ese jaguar, pero nos lo pasamos en grande de caza y pesca.
Es un recuerdo que no se me olvidara. Mis dos mejores amigos y tres de las cosas que mas nos gustaba hacer. Reirnos, viajar, y sobre todo apostar...